[size=12pt][font=arial]Día 0 de 3
Mi esposa Patsy y yo iniciamos con los preparativos el día viernes, previo un par de días antes ya habíamos revisado la ruta y algunos pueblos que nos quedarían de paso para tener una mejor idea de las horas de recorrido y en donde pararíamos a comer. Desde casa (Calimaya, Edo. Mex.) hasta Xilitla trazamos una ruta de 450km cruzando por:

• Toluca
• Ixtlahuaca
• Atlacomulco
• Querétaro
• Bernal
• “Reserva de la Sierra Gorda”.
• Jalpan de Serra.
• Xilitla.

Afortunadamente tuve el suficiente tiempo un par de semanas antes para hacerle el servicio a “La Viuda Negra” (no recuerdo en que momento le empecé a decir así, “La Viuda”), por lo que el viernes en la noche saliendo del jale nos dedicamos únicamente a armar la maleta, guardar impermeables, un poco de herramienta por si las flys, algunos adicionales por aquello de los malestares estomacales y jaquecas y con ayuda de internet ubicar algún hotel para hacer reservación.
Finalmente, a las 21:00hrs nos disponíamos a descansar para salir al día siguiente a las 04:30hrs con un tiempo estimado en carretera de 7-8 horas esperando llegar alrededor de las 12:00 horas del día sábado (Día 1).

Día 1 de 3

Pues como era de esperarse algún detalle se me tenía que pasar, olvidé programar la alarma para despertarnos a las 3:30 y salir a la hora esperada, jua jua juaaaaaaaaa!!!. Afortunadamente la emoción que ya traía acumulada durante toda la semana me hizo pegar el brinco en la cama… finalmente el retraso solo fue de unos 40-45 minutos así que acordamos recuperar el tiempo en el almuerzo en la buena barbacha “Santiago” en el paradero de San Juan.

Ya teníamos todo listo así que como de rayo nos encontrábamos en las avenidas cruzando Toluca y unos minutos más tarde en la pista hacia Atlacomulco. A pesar de la hora encontramos bastante tránsito pero nada de qué preocuparse.

Aproximadamente un par de horas después de nuestra salida, en la zona de Aculco la carretera nos recibió con un increíble amanecer y es en este momento cuando alcance escuchar a mi esposa decir “Wooooowww!” y con una sonrisa continuamos rodando, señores eso significaba que el viaje había comenzado! (Continuamos avanzando hacia el desayuno prometido.)

Ya con la barriga llena y el corazón contento continuamos el viaje y en dos patadas nos encontrábamos en Bernal cruzando por la pintoresca calle central y saludando a unas chicas bikers que seguían la misma ruta pero a paso discreto, en este momento entramos en la zona semidesértica entre Bernal y el inicio de la Sierra Gorda.

Después de un par de pruebas de agarre e inclinación, bueno está bien, después de que me agarraron en la pendeja las primeras curvas, jaja, empecé a sentirme más en confianza con La Viuda y a mantener el paso en los siguientes kilómetros ya que nos esperaban 5 horas de curvas, curvas y un poco más de curvas, así que era momento de acomodarse en el asiento y concentrarse al cien.
Sin prisa pero sin pausa recorríamos los primeros 135km de la Sierra en dirección hacia Jalpan, en verdad fue una combinación de emociones con cada vista y paisaje nuevo al salir de cada curva.

Cabe mencionar que saliendo de Bernal están arreglando y construyendo puentes así que perdimos algo de tiempo en esos varios kilómetros. Una vez saliendo de la zona de terracería retomamos el paso a buena velocidad, fue en este momento en uno de los puntos altos de la montaña cuando sentimos una corriente fuerte de aire tibio y al mismo tiempo Patsy me golpeaba insistentemente en el hombro derecho, pensé que se nos había caído algo pero increíble fue mi sorpresa al voltear la mirada y ver a un halcón volando a escasos 5 metros de nosotros, nuevamente la naturaleza nos saluda y nos desea un buen camino con ese majestuoso gesto. Realmente fue una sensación de libertad, si señores! Eso es rodar!

Fue tan grande nuestra impresión que nos detuvimos a tomar algunas fotos y en este punto las chicas bikers nos pasaron devolviendo nuevamente el saludo y con señas preguntando si todo estaba OK, afirmé con una señal y continuaron su camino.

Después de disfrutar unos minutos el paisaje y respirar aire fresco continuamos el camino dirigiéndonos a través de la Sierra hacia Pinal de Amoles el cual se encuentra más o menos a mitad de camino entre el poblado de Extoraz y Jalpan de Serra y es en este punto donde nos encontramos nuevamente con “las chicas bikers”. Baje la velocidad para ver que estuvieran bien y esta ocasión si necesitaban ayuda por lo que me detuve. Una de ellas tuvo una avería con el chicote del embrague de su moto, buscamos un mecánico en el poblado que pudiera ayudarles con la adaptación de un chicote de otra moto y poder avanzar hasta un lugar donde buscar una refaccionaria. Afortunadamente fue cuestión de minutos para encontrar a alguien que pudiera auxiliarlas, se ve que no es la primer moto que le llega en esas condiciones y una vez atendido me pidieron continuar y ellas esperar a que quedara lista. Un aplauso para esas chicas y sus ganas de rodar!

Llegamos al tan esperado Pueblo Mágico – Jalpan de Serra, nos detuvimos a cargar combustible, tomar unas fotografías para la colección “Rodando Rutas Mágicas” y el calor a todo lo que daba. Calculo que estábamos a unos 35-36°C así que las Victorias heladas no se hicieron esperar a la sombra de un árbol.

Ya que refrescamos un poco hicimos un par de fotos en el centro del pueblo y continuamos con nuestro camino.

A partir de este momento continuamos sin parar hasta Xilitla, fue increíble percibir con todos los sentidos los cambios de clima y ecosistemas iniciando con la zona semidesértica al iniciar la Sierra, delante de Jalpan zona boscosa y poco a poco mientras nos acercábamos a nuestro destino el paisaje comenzaba a convertirse en selva mediana… y el calor exageradamente cabrón.

Alrededor de las 13:30 horas llegamos a Xilitla, el primer paso fue ubicar el hotel en el que habíamos hecho reservación; les recomiendo mucho ir entre enero y mayo ya que es la mejor fecha en la que se puede apreciar el paisaje, principalmente los manantiales, ríos y cenotes; lo malo es para los que no nos gustan las altas temperaturas. Un señor de una tienda me dijo que en ese momento estábamos a 42°C.

Esta parte no estuvo tan padre porque nos empezamos a sentir mal por el choque de calor, dejamos las cosas en el hotel (bastante chafa por cierto, a causa de la saturación del pueblo por los turistas no encontramos algo más cómodo) y salimos a buscar algo de comer. Lamentablemente nos seguíamos sintiendo mal, la comida no nos entró y lo primero que pensé fue darnos en chapuzón en donde fuera pero a la voz de ya!! Así que tomamos nuestras cosas y preguntando nos dirigimos a un manantial en el poblado de Huichihuayán a escasos 20km de Xilitla.
Llegamos muy fácil, en 5 minutos ya teníamos puestos los trajes de baño y ahora si a nadar!!!  Fue la sensación de alivio más placentera en ese momento, evidentemente como el cuerpo estaba hirviendo se sintió como si entráramos en una tina con agua y hielo pero en el momento en el que logramos controlar la temperatura recobramos el ánimo y nuevamente todo fue diversión y sonrisas.

Estuvimos un par de horas y empezó a dar sus primeras señales la noche, imagínense un manantial con agua cristalina en medio de la selva, por extraño que parezca había muy poca gente, el sonido de las aves rebotando entre los árboles y cuando empieza a obscurecer un sonido muy fuerte de los insectos de los alrededores.
Finalmente nos vestimos, en 10 minutos ya estábamos secos y regresamos al hotel a descansar…

Fin del día

(hasta aquí el reporte Joaquín, seguimos reportando)[/font][/size]