● FORO SPORTSTER ●
(Resumén)
Pues a mí me llaman Tiger, soy de Toluca, soy un apasionado de las motos y de la mecánica empírica, mi historia? Mmmm recuerdo algunas cosas…
Recuerdo que mi papá tenía un juguete.
Recuerdo que nos divertíamos con él, mi papá, mi mamá, mis dos hermanos y yo hasta en frente, pese a tener apenas unos 5 años.
Recuerdo que después de unas cuantas patadas a una palanca, rugía un motor y la diversión empezaba, mi papá se subía, me cargaba y me montaba en el tanque de gasolina, -agárrate bien del manubrio- me decía; en seguida mi mamá cargando a mi hermano menor en brazos, y al final mi hermano mayor; éste era nuestro medio de transporte favorito, la distancia que recorríamos no era muy larga, pero lo suficiente para que en mi representara toda una travesía.
Recuerdo que era una ISLO 175 (que yo heredé y que aún conservo), él la usaba para trabajar como cobrador de una mueblería.
Recuerdo que tarde muchos años en aprender a arrancarla, cuando mi papá no estaba, me la pasaba horas dándole al pedal de arranque, hasta que un día encendió el motor y yo quede en shock, lo había logrado!!, me monte en ella, le di unos acelerones, y después pensé que no sabía cómo se apagaba.
Recuerdo que ese día me dio un condenado toque, porque se me ocurrió desconectar un cable para ver si se apagaba.
Recuerdo que cuando mi papá arreglaba alguna de las 3 motos que tenía, yo era el ayudante, y como debía de ser, me tocaba recoger toda la herramienta. Cuando estaba en la secundaria, desarmamos completamente una motocicleta para restaurarla, pude conocer una a una las partes de la moto, me tocaba lavar todas las piezas del motor y lijar todo lo que había que pintar, la armamos y quedó muy bien, pero tuvimos que venderla pues la situación económica así lo requería; restauramos una segunda moto y después de trabajar mucho en ella, también se tuvo que ir por la misma causa.
Recuerdo que con tristeza escuche cuando me dijo, vamos a restaurar la última que nos queda, pero me emocione cuando dijo -ésta la vamos a arreglar para nosotros-. Esa restauración la hicimos con mucho más cariño, no la lijábamos, acariciábamos cada pieza, no armábamos ni apretábamos tornillos, acomodábamos cada parte con delicadeza y disfrutábamos jugar con nuestro rompecabezas. (Sí ya se, solo era una ISLO, pero era nuestra motocicleta, era lo que necesitábamos), con el transcurso del tiempo le agarré el gusto, tanto a manejar la moto como a desarmarla.
Recuerdo que cuando veía motos chopper, pensaba -algún día me compraré una así-.
Recuerdo que durante la prepa se convirtió ésta en mi medio de transporte, y a partir de ahí empecé a salir cada vez más “lejos”, Valle de bravo, Ixtapan de la Sal, Tenancingo, Tejupilco, varias veces la subí a las lagunas del Nevado de Toluca, era lo que el motor 175 cc y mi economía me permitía.
Recuerdo que por azares del destino me fui a trabajar a Francia y como extrañaba mi moto, (no sé si extrañaba más las tortillas o mi moto), termine comprándome una Virago 250, yo vivía en la costa del Atlántico por lo que recorrí el norte de aquel país varias veces por carreteras secundarias, y París, oh là là recorrer París en moto fue de lo que más disfrute por allá. Una ocasión llegue hasta la frontera de Alemania.
Recuerdo que cuando regresé a México, empecé a ahorrar para comprarme una moto más grande, mi novia Mónica quien ahora es mi esposa, también estaba ahorrando para su moto, y un día platicando decidimos cooperar para comprar aunque sea una china, no es que no disfrutáramos la ISLO, sino que, no nos aguantaba a los dos para un viaje largo, y así compramos una dinamo 250, pero no nos convenció y ambos empezamos a pensar en comprar una más grande y los dos teníamos la misma idea tenía que ser Harley.
Recuerdo que ya estando casados fuimos a Santa Fe a pedir informes de los créditos y nos parecía un robo, así que utilizamos un autofinanciamiento que mi esposa tenia para un auto, retiramos el capital y con eso pagamos la moto, y después ahorrarle duro, para recuperar lo del carro, y así fue como un día del 2005 fuimos por una Sportster 883 y a partir de ahí, ya no lo recuerdo, lo sigo viviendo kilometro a kilometro; junto con mi esposa disfrutamos de nuestra moto, como algunos saben hemos tenido la oportunidad de recorrer buena parte del país en ella, hemos tenido la fortuna de cruzar fronteras, para centro américa hemos recorrido Guatemala, el Salvador y Honduras, para el norte en dos ocasiones viajamos, la primera vez fuimos a Temple en Texas, y hace poco llegamos a Milwaukee. (Espero que no lo tomen como presunción), solo comparto las experiencias como muchos en el foro, esperando contagiar a los foreros para que se animen a vagar en sus motos.
Gracias por leerme y nos vemos en la carretera, continuamos viviendo nuestra historia…
Tiger un gusto conocer esta hermosa experiencia junto con tu Sr, padre asi se enamora uno mas de la moto y eso de ayudarle que chulada fuiste aprendiendo empíricamente y con un gran maestro eso me agrado mucho, además de que tienes una esposa maravillosa que le gusta y comparte tu gusto por las motos y por los viajes y mira que ir hasta donde has ido en una 883 mis respetos pero mas para tu sra. esposa, que aguante jajajaj Por cierto te debo unos cables ya que los tuyos se quemaron con pasarle corriente a mi moto, residuos que deja la cartoniza que brillante historia muchas gracias por compartir.
13
2
1 Guest(s)